LA HEREDERA de ELENA GARQUIN
OPINIÓN
DE JOSEPH B MACGREGOR
La
Heredera se nos aparece como una novela de género bastante sólida,
bien contada, de prosa cuidada y muy honesta que viene a demostrar que en
nuestro país también existen autoras competentes de literatura romántica. En el
caso de Elena Garquín me atrevo a
afirmar que esta primera novela, publicada en la recién inaugurada colección Phoebe de Ediciones Pàmies, sobresale por su excelente acabado, por encima de
muchos productos similares que nos llegan de otros países o firmados por
autores de otras nacionalidades.
Se nos ofrece una historia
ambientada en Andalucía en el año 1881, en una época que ha sido bastante
explotada o abordada tanto en cine como en literatura: La España de Carmen La
de Ronda, José María “El Tempranillo” o Curro Jiménez. En este escenario, se
desarrolla las peripecias de Elena Robles, joven heredera que se debate entre
el amor apasionado por dos hombres, Diego de Casanueva, próspero terrateniente,
que se las da de golfo y vividor, y El Marqués,
una suerte de héroe enmascarado que se dedica a favorecer a los más pobres y a
liberar a bandoleros encarcelados. En medio de este laberinto de pasiones,
Elena tendrá que enfrentarse también a su tutor legal, Juan Lomana, que
pretende despojarle de su legado empleando todas sus malas artes. A estos
personajes principales, hay que añadir un amplio abanico de secundarios en los
que destacan, la típica aya o criada que la crío de pequeña, la prima díscola y
caprichosa, los bandoleros nobles, el guardia civil inflexible y cruel, e
incluso un agitador social, que lucha por defender los derechos de los
empleados del cortijo y empecinado en denunciar los abusos de Juan Lomana,
compañero de juegos infantiles de la joven heredera.
Elena Robles se nos muestra
como una heroína intrépida y rebelde, muy apasionada, inteligente y resuelta.
Por supuesto, es una joven bellísima que despierta pasiones allá por donde va.
De igual modo, sus dos enamorados, independientemente que representa las dos
caras de una misma moneda, también podrían pasar perfectamente un casting de “Mujeres, hombres y Viceversa”, algo que
parece de obligado cumplimiento en toda novela romántica.
Con respecto, al erotismo presente
y de presencia obligada en este tipo de novelas de género, la autora no entra
en escenas erótico-festivas de golpe, sino que las va ofreciendo en dosis
pequeñas, aumentando la intensidad conforme vamos avanzando en la lectura de la
novela. En ese sentido, resulta eficaz sin aparecer, en ningún momento, pacata,
cursi o relamida.
Por otro, es importante destacar la descripción y el uso de los escenarios, en los
cuales se desarrolla la acción, ya que se nos antojan bastante verosímiles y muy
adecuados así como la ambientación de la época, muy convincente también.
Lo mejor de La Heredera, sin embargo, reside en la
excelente y equilibrada combinación de romanticismo de alto calibre con una
trama novelesca y de serial ad hoc que
resulta, en líneas generales, entretenida e intrigante, pese a que los
misterios o enigmas planteados al comienzo se nos antojen finalmente bastante
previsibles o esperados.
En definitiva, un título más
que recomendable y de lectura obligada para fans impenitentes del género
romántico.
JOSEPH
B MACGREGOR
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