Almuzara recupera las mejores novelas del Oeste, de Marcial Lafuente Estefanía.
Editorial Almuzara recupera las mejores novelas del Oeste, de Marcial Lafuente Estefanía.(Toledo, 1903 - Madrid, 1984), iniciando así una colección conmemorativa que pretende reivindicar la obra del que fue ( junto Corín Tellado) el escritor de novelas de evasión más popular y más leído en nuestro país desde la posguerra española hasta mediados de los años 80, años en los que este tipo de libros dejaron de publicarse y reeditarse.
OPINIÓN
DE JOSEPH B MACGREGOR
“La hora de las hogueras” y “Los visitantes de la madrugada” son las dos primeras novelas de Marcial Lafuente Estefanía (Toledo, 1903 - Madrid, 1984), que la editorial Almuzara ha reeditado, iniciando así una colección conmemorativa que pretende recuperar las historias más celebradas del célebre autor de novelas “baratas” del Oeste.
Lafuente
Estefanía publicó su primera novela del oeste, “La mascota de la pradera” (Ediciones Maisal: Biblioteca Aventuras,
núm.78), en 1943. Sin embargo, gran parte de su producción literaria –
aproximadamente 3.000 títulos - fue publicada por Editorial Bruguera. Al
principio, firmó sus historias con los pseudónimos de "Tony Spring" o "Arizona", pero posteriormente alternó
el uso de su nombre real con las siglas “M.
L. Estefanía”.
Junto a Corin Tellado se le puede considerar
como el escritor de novelas de evasión más popular y más leído en nuestro país
desde la posguerra española hasta mediados de los años 80; años en los que este tipo de
libros dejaron de publicarse y reeditarse ( y que coinciden con el fallecimiento del autor). Sin embargo, la rapidez con que
estos autores tenían que escribir sus textos y las exigencias de las propias
editoriales, que les exigían historias cortas, de no más de cien páginas, de
lectura rápida y ágil, son las razones, entre otras, por las que este tipo de
novelas fueron consideradas como mala literatura, rechazadas por intelectuales
o críticos literarios. Sin embargo, gracias a la labor de escritores de la
generación de los 60 como Vázquez
Montalbán, Paco Umbral o Terenci
Moix, autores populares como Lafuente
Estefanía, Corín Tellado o Silver
Kane (seudónimo del escritor de novela negra Francisco González Ledesma) fueron reivindicados y valorados por su
labor como “entretenedores” de varias
generaciones de españolitos que sufríamos una terrible dictadura.
Actualmente, tanto en
cine como en literatura estamos asistiendo desde hace varios años a un nuevo
proceso reivindicativo de lo popular. Directores como Quentin Tarantino realizan películas que intentar funcionar como
homenajes a sub-géneros cinematográficos; carne de video-club o de cine de
barrio, films que saben conectar masivamente y de manera inmediata con el gran
público. De igual modo, algunas editoriales publican en formato de lujo novelas,
tanto en género romántico o erótico como en el terreno del thriller o la novela
policiaca, que no poseen gran calidad literaria pero que sirven de consuelo y
evasión a muchos lectores que buscan entretenerse o pasar el rato. Curiosamente,
algunas de ellas se convierten no sólo en un espectacular éxito de ventas sino en todo un fenómeno mediático.
Muchos blogs creadores por lectores y lectoras se ocupan básicamente de estos
géneros literarios; en un alto porcentaje se dedican a la novela romántica, a
la novela negra o la fantasía juvenil o de magia y espada.
Sin embargo, la novela
del Oeste prácticamente ha desaparecido de las estanterías de las librerías
desde hace muchos años. Ignoro sí en Estados Unidos se siguen publicando o
escribiendo novelas del Far-West, pero sí fuera así desde luego serán de
consumo interno porque aquí desde luego no llegan. También en cine ha sucedido
así: se realiza algún film de vez en cuando pero comparada con la producción
que en los años dorados de Hollywood, la realización de películas del Oeste es
prácticamente nula o muy escasa. ¿Ha dejado de interesar al gran público este
tipo de historias? ¿Ha sido, quizá un género demasiado explotado en el que
resulta difícil o complicado ser original?
Sea como sea, lo cierto
es que la lectura de estas dos novelas de Marcial Lafuente Estefanía, “La
hora de las hogueras” y “Los visitantes
de la madrugada”, resulta una experiencia, como mínimo, curiosa pero
también muy chocante. Por ejemplo, resulta
muy curioso (y chocante) que en “Los
visitantes de la madrugada”, Lafuente
Estefanía se atreva a mezclar la típica trama de venganza, propia de gran
parte de las novelas y films del Oeste, con un maldito embrollo - en el que
intervienen apostadores de carreras de caballos (en realidad ventajistas, tramposos
y estafadores)- , que parece inspirado más bien en una historia de policiaca o
de gánsters.
Tanto en esta novela como en “La hora de las hogueras”, la narración resulta ágil y rápida ya que los párrafos son muy breves, más informativos que descriptivos. La acción avanza a través de diálogos y gracias al uso de elipsis instantáneas que permiten a los personajes que viajen de un escenario a otro en una misma página. Por ejemplo, en un fragmento los personajes están hablando en la oficina del sheriff y en unos segundos se encuentran en un rancho; la transición de una escena a otra se produce tan sólo con una breve frase.
En ambas, se añaden
sub-tramas algo superfluas, que no añaden nada al argumento esencial y que se
resuelven en pocos capítulos, presumiblemente para conseguir la extensión de
páginas exigida por la editorial. Los personajes, héroes y villanos, son los
típicos del Oeste y cumplen férreamente con su rol: el que busca venganza se
vengará, el malvado se las ingeniará de mil maneras e infructuosamente para
perjudicar al forastero honesto, rápido con los puños, misterioso e
inteligente; la chica será rebelde e impetuosa, podemos confiarle todos
nuestros secretos a la madura y experimentada dueña del hotel y el gran
propietario de tierras será un ganadero entrañable y bonachón. Todos cumplen su
labor a la perfección.
JOSEPH B MACGREGOR
JOSEPH B MACGREGOR
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