1936: La Batalla de Madrid. (Novela Gráfica) de Rafael Jiménez & José Antonio Sollero,
OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR
1936: La Batalla de Madrid es una novela gráfica, firmada por Rafael Jiménez & José Antonio Sollero,
que ofrece a priori un planteamiento bastante original, insólito hasta este
momento dentro del cómic español. Se trata de adaptar el modelo de cómic de
superhéroes creado por Marvel a unos personajes y unos hechos históricos que
tienen que ver con la Guerra Civil Española; concretamente con la defensa que
el pueblo de Madrid hizo para evitar la toma de la ciudad por parte del ejército
fascista en noviembre del 36. De igual modo que un grupo de superhéroes
marvelianos como Los Vengadores, Capitán
América o Nick Furia en sus
inicios luchaban contra los nazis o en su defecto con villanos al servicio del
nazismo como Craneo Rojo, Jiménez y Sollero crean a una serie de metahumanos (así son definidos en la novela gráfica) que actúan como apoyo al bando
republicano (Saeta, Centella, Dínamo, Fantomex, Súcubo, Golem, Siberia,
Gargantua y Molotov) o al faccioso (El Mago, Yugo, Alcázar, Bruma); incluso alguno va por libre como es el caso de El Topo.
De este modo, la historia se
estructura en cuatro capítulos – separados por páginas de periódicos / hojas
informativas de ideología republicana (Rojo) o fascista (Yugo) - inspirados en
acontecimientos reales: el bombardeo de Madrid por parte de la aviación alemana
sobre población civil, la misteriosa muerte de Durruti, el momento en el que el
gobierno de La República abandona Madrid y se traslada a Valencia, dejando al
mando de la defensa de la ciudad al General Miaja, y por último la cruenta batalla
que se produjo en La Ciudad Universitaria entre el ejército moro de Franco y los republicanos. En
cada uno de ellos intervienen estos metahumanos,
aunque los que adquieren mayor protagonismo a lo largo de la historia sean Saeta,
por el lado republicano, y El Mago, por parte del faccioso.
Quizá el único pero que
podría ponerle a 1936: La Batalla de Madrid es
el excesivo protagonismo que se le da a algunos personajes – especialmente al
comisario Saeta – en detrimento de otros de los que apenas sabemos nada, ni
siquiera cuáles son sus poderes. Los superhéroes de la casa Marvel poseen todos,
una biografía, una historia e incluso problemas de índole moral o psicológico. Sin
embargo, de los metahumanos de esta
novela gráfica no sabemos absolutamente nada, por qué actúan en un bando o en
otro, ni sus cómos ni sus porqués.
Sin embargo, el balance
general me parece bastante positivo. Tanto en el diseño de los personajes,
disposición de viñetas, agilidad narrativa o entintando sigue el estilo y estetica del cómic marveliano actual –
alejándose del modelo clásico creado por Stan Lee o Jack Kirby - y en ese sentido el resultado es eficaz y muy
original.
JOSEPH
B MACGREGOR
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