HOUDINI de EDUARDO CAAMAÑO
Opinión de Joseph B Macgregor
Economista y especialista en creación literaria, Eduardo Caamaño (Río de Janeiro, 1972) -quien ya publicó una más que excelente biografía “Manfred von Richthofen, El Barón Rojo (2014)” sobre el legendario aviador alemán de la Primera Guerra Mundial – , nos ofrece en “Houdini” una original y currada semblanza del mítico mago y escapista norteamericano; tarea nada fácil ya que en los diferentes relatos sobre su vida, existen sucesos o detalles en los que se mezclan lo inventado con lo real; algo que el propio Harry Houdini se encargó de potenciar.
Eduardo Caamaño emprende la tarea con habilidad, solidez y una ingente bibliografía sobre el personaje, aportando, en muchas ocasiones, diferentes versiones de un acontecimiento – por ejemplo sobre cómo se conocieron Houdini y su esposa Bess –, sugiriendo la posibilidad de que un suceso sea ficticio – es el caso, de la huida precipitada del padre de Houdini a Estados Unidos; se apunta que pudo matar a un noble en un duelo – o simplemente aportando distintos puntos de vista sobre un misma anécdota.
Semejante opción no se traduce afortunadamente en un texto denso o en demasiado detallado, sino, muy al contrario, la narración de Eduardo Caamaño resulta, en todo momento, ágil, interesante y motivadora; absolutamente apasionante.
En lo que se refiere al apartado fotográfico o ilustrativo podríamos calificarlo de excepcional, ya que se ofrecen una gran cantidad de imágenes e ilustraciones de la época, apoyadas por un texto explicativo en el cual se detallan trucos o anécdotas comentadas en el capítulo; aportando, en definitiva, una mayor claridad a lo expuesto o reforzando así la veracidad de lo narrado.
A destacar la última parte del ensayo, centrado en las curiosas incursiones cinematográficas de Houdini en el cine mudo y, sobre todo, los capítulos que hacen referencia a la amistad que mantuvo con Conan Doyle, acérrimo defensor del espiritismo, fanático creyente de cualquier manifestación sobrenatural (fotos de hadas, retratos de fantasmas, casas encantadas, etc.).
A destacar la última parte del ensayo, centrado en las curiosas incursiones cinematográficas de Houdini en el cine mudo y, sobre todo, los capítulos que hacen referencia a la amistad que mantuvo con Conan Doyle, acérrimo defensor del espiritismo, fanático creyente de cualquier manifestación sobrenatural (fotos de hadas, retratos de fantasmas, casas encantadas, etc.).
JOSEPH B MACGREGOR
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