LOS PAPELES DE MADRID de Luis Quiñones
OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR
“Los Papeles de Madrid” es la nueva obra de Luis Quiñones y al igual que “El Retrato de Sophie Hoffman” (Ediciones
Toro Mítico, 2008) su anterior novela, éste nos ofrece una historia tan
apasionante como enrevesada que ahonda en los mecanismos del tiempo y la
memoria. De este modo, el pasado de los personajes resulta de una gran
importancia para comprender mejor el porqué de sus actitudes o reacciones así
como la suerte que corre cada cuál, consecuencia inmediata de todo lo
experimentando y vivido con anterioridad, pero también de las decisiones
tomadas o las opciones escogidas en un momento crucial de sus vidas.
Y como en “El Retrato de Sophie Hoffman”, la narración confluye en una mixtura
de géneros: la novela histórica (sección Guerra Civil y Posguerra Española), la
de género negro o policíaca, la de índole psicológica, o/y el drama sentimental
o romántico; estos aparecen de manera equilibrada, aportando hondura a la trama
así como matices interesantes que la enriquecen notablemente y provocan el
interés gradual del lector.
“Los papeles de Madrid”está estructurada en tres bloques que se complementan entre sí. El primero de ellos parte de un suceso central alrededor del
cuál giran el resto de historias: la aparición en un Madrid de posguerra del
cadáver de Adriana Rot, una prostituta, víctima de un asesinato en su propio
domicilio; todo parece indicar que estaba dispuesta a marcharse
precipitadamente pero su asesino la sorprendió antes de iniciar la huida. Pocos
días después, desaparece misteriosamente otra prostituta llamada Rosa, amante
del inspector Román Izquierdo, encargado del caso. Los capítulos que describen su doble
investigación se alternan con aquellos que cuentan el periplo personal de Adriana
Rot, y con otros que narran una historia de
espionaje, ambientada en un periodo turbulento y de transición, situado entre
el final de la República Española y el comienzo de la Guerra Civil española, y protagonizada
por el francés Maurice Guilleau, con ecos de “Beltenebros”
de Muñoz Molina o “Tu nombre
envenena mis sueños” de Joaquín Leguina. Digamos que en esta primera parte, Quiñones nos muestra las piezas del puzzle.
En el segundo bloque, el narrador se centra en describir exclusivamente en las peripecias de Maurice Guilleau y su investigación sobre la Defensa de Madrid, información de alto secreto que refleja en un manuscrito mecanografiado: "Los Papeles de Madrid" que dan título a la novela. Este documento aparece como una especie de catalizador alrededor del cuál se mueven una serie de personajes - pertenecientes tanto al bando vencedor como al republicano - interesados en hacerse con éste sea como sea. Así, la presunta investigación de Román como la suerte de Adriana pasan a un segundo plano o quedan directamente olvidadas.
El tercer y último bloque recupera la estructura temporal del primero y las piezas del rompecabezas empiezan a encajar, desvelando las conexiones existentes entre los personajes principales y descubriendo por fin los enigmas planteados al comienzo de la historia.
Se trata por tanto de una novela
que hace del flashback su razón de ser; es decir: con
constantes saltos temporales entre presente (La investigación de Román Izquierdo) y
pasado (La odisea personal de Adriana y las peripecias de Maurice Guilleau), pero cada
transición temporal se realiza con claridad, sin que en ningún momento la
narración se torne confusa o densa en exceso; en todo caso, esta alternancia
narrativa aporta un mayor suspense a la historia, que nos parece cada vez más
interesante, muy ágil y muy bien contada.
Como narrador, Quiñones esgrime
un estilo depurado y muy cuidado, alejado de modernas simplificaciones al uso, a
través de una narración descriptiva y poética, sin caer en la pedantería o la
cursilería. En ese sentido, al autor le preocupa tanto del paisaje exterior por
el que deambulan los personajes como los aspectos sentimentales, trágicos,
contradictorios o nihilistas que los definen o caracterizan. Esto se traduce en
el perfecto acabado de unos seres contradictorios y perdidos en su propio
laberinto, pero que se nos antojan de carne y hueso, fácilmente reconocibles,
interesantes y atractivos aunque con frecuencia se equivoquen en sus decisiones
o evidencien una clara vocación de perdedor.
Pero lo que destaca por encima de todo es que bajo ese envoltorio de novela de espionaje, thriller o novela sobre la Guerra Civil lo que nos ofrece Quiñones en "Los Papeles de Madrid" es una historia de amor en tiempos de guerra, - dos amantes atrapados en el laberinto de una ciudad sitiada - , profundamente triste, romántica y sentimental que consigue calar con eficacia en el lector.
JOSEPH B MACGREGOR
Muy de acuerdo con sus comentarios sobre esta obra.
ResponderEliminarRecientemente me acabo de leer la última novela de Luis Quiñones, Los papeles de Madrid. Satisfecho con la crítica y con el que creo que será uno de los grandes escritores de este país. Genial. Sin palabras que decir, porque ya están todas en esa novela. Marc.
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