OJOS AZULES EN KABUL de ANABEL BOTELLA.


OPINIÓN DE JOSEPH B MACGREGOR

La historia de Anabel Botella, autora de Ojos Azules en Kabul, bien podría dar también para otra novela: la crónica de una mujer por cumplir su sueño, el de convertirse en escritora y publicar sus libros. Así, hasta hace un par de años Anabel escribía mucho pero no conseguía interesar a las editoriales; tan sólo en un año ha conseguido publicar tres novelas (Ángeles Desterrados, Ojos Azules en Kabul y Cómo desees) y próximamente aparecerá un cuarto libro. Su actitud en ningún momento fue autocomplaciente; así, a lo largo de estos años, dejó leer sus manuscritos a personas de confianza y cuya opinión le podía servir para mejorar y perfeccionarse como escritora.  De ese modo, tuve oportunidad de leer el primer borrador de Ángeles Desterrados y me permití darle algunos consejos que pensé podían serle de utilidad; de estos, Anabel tomó aquellos que consideró más útiles y, escuchando otras opiniones, volvió a redactar su novela hasta que por fin consiguió que una editorial se interesará por ella y optará por publicarla. Todo esto lo cuento porque creo que esa es la actitud que todo autor/a novel debiera tener sí decide dedicarse a la creación literaria de manera comprometida y seria; es decir, siendo conscientes que nuestra obra puede ser mejorable y que las prisas nunca son buenas por mucha ilusión que tengamos. 



Desde aquel primer borrador que leí de Ángeles Desterrados hasta Ojos Azules de Kabul, Anabel ha evolucionado muchísimo como narradora, ganando en agilidad, solidez y seguridad, narra con pulso firme, siendo rigurosa con el material que tiene entre manos, y ha aprendido a separar lo esencial de lo accesorio. De igual modo, es capaz de dotar de humanidad a sus personajes, convirtiéndolos en creíbles y fácilmente reconocibles. 

Ojos Azules en Kabul se encuentra estructurada en tres partes: la primera de ella transcurre en Kabul, la segunda en Valencia y la tercera, que funciona a modo de epílogo, nos informa de cuál ha sido la suerte de los personajes de la novela. La trama de Kabul, protagonizada por Saira, una niña árabe rubia y de ojos azules (por razones que no conviene desvelar), que trata de sobrevivir junto a su hermana adolescente y su madre en una ciudad en guerra y sometidas al machismo atroz. Aquí, Anabel demuestra sus cualidades como narradora nata. 



Me explico: cuando Arturo Pérez Reverte publica Territorio Comanche consigue una novela excelente, pero basada en sus experiencias como corresponsal de guerra; sin embargo, Anabel no ha estado nunca en Kabul y todo lo que cuenta se basa en una profunda labor de investigación. Resulta increíble que esto sea así ya que consigue un grado de veracidad alucinante; todo los conflictos que Saira debe superar así como la ambientación de la historia, los usos y costumbres de la sociedad en la que vive, la forma de pensar, las actitudes... todo, absolutamente todo resulta convincente y veraz; nada exagerado. Por eso, leer Ojos Azules en Kabul se convierte para el lector en una experiencia sumamente conmovedora y emocionante; consiguiendo además un profundo e intenso grado de empatíacon las mujeres que la protagonizan.

En ese sentido, opino que esta primera parte de la novela resulta mucho más convincente y emocionante que la segunda - la que sucede en Valencia - que es sin duda un buen complemento (ya que Saira consigue la redención y cerrar círculos), pero que percibí también como menos interesante. Ambos segmentos están muy bien contados; narrativamente, la historia no pierde pulso y, en ese sentido, no percibo niveles distintos ni un gran desequilibrio entre una parte y otra. Simplemente, los conflictos que aparecen en la segunda no me motivaron tanto, sobre todo en lo que se refiere a la trama protagonizada por Isabel y su novio Sebas. 



En este segundo bloque, se cae también en algunos tópicos como en el caso de Fabián, al amigo gay de Saira, que sueña en convertirse en un gran diseñador, como sí por el hecho de ser homosexual no pudiera tener otras aspiraciones, De igual modo, en este segmento, Anabel presenta asuntos que están a la orden del día en la sociedad de nuestro país - el cáncer, la difusión de la intimidad en Internet por parte de adolescentes, la violencia de género, el trolleo en Twitter, la adopción, la inseminación artificial, el compromiso social con países necesitados, etc - lo que ayuda a que la novela sea más veraz pero también un poco excesiva, ya que pienso que se reúnen demasiadas desgracias en un sola familia o grupo de amigos.  




Sin embargo, estos pequeños peros no ocultan los muchos aciertos de esta segunda parte, que también los tiene. Entre uno de los aspectos más reseñables de este segmento, destacaría que los conflictos que se plantea están desarrollados con un acertado y eficaz sentido del suspense narrativo. De igual modo, los momentos sentimentales o románticos están resueltos sin caer en discursos ñoños o cursis ni en reacciones exageradas o salidas de madre. Por otro lado, como señalé anteriormente, el personaje de Saira no cae en contradicciones y se nos muestra coherente, en consonancia con la pequeña Saira de Kabul; por eso, sigue provocando interés y emoción en el lector, nos preocupa su suerte y nos alegramos cuando Anabel le regala un desenlace feliz, en el cuál la chica consigue cerrar círculos y reconciliarse consigo misma y con su pasado, gracias al amor de los que le rodean.




JOSEPH B MACGREGOR

Comentarios

  1. Muchas gracias por esta preciosa reseña y por tus palabras :) Te agradezco que hayas estado conmigo a lo largo de todo el camino.

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  2. ¡Hola! Interesante reseña, la enlazamos en el perfil de la autora en nuestra web:

    http://www.letrasdeencuentro.es/detalles.php?resenia=948&fuente=Mundo%20Mc.Gregoriano

    ¡Un saludo, Josephb!

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