ENTREVISTA A HELENA COSANO SOBRE "ALMAS BRUJAS"

Entrevista a Helena Cosano sobre ALMAS BRUJAS



Por Joseph B Macgregor





Helena Cosano nació en Nueva Delhi (India) y pasó allí sus primeros años. Vivió en varios países, en la antigua Unión Soviética, en Corea del Sur, y sobre todo en Francia. Fue laureada por el gobierno francés con el primer premio de literatura española en el “Concours Général des Lycées” en 1994. Cursó estudios universitarios de Filosofía, Psicología, Derecho y Filología rusa en París, Viena, Madrid y Moscú. Entre su labor como traductora literaria, cabe destacar la traducción de "Fama" de Daniel Kehlmann del alemán al español (editorial Anagrama). En diciembre de 2004 publicó su primera novela, “Tres reencuentros y nueve días de amor teórico”, en la Editorial Dossoles, seguido por un libro de cuentos, "Mariposas". En el 2011 ha publicado "Cándida DIPLOMÁTICA", con la editorial Algaida (Grupo Anaya). Helena Cosano es diplomática.
Muchos de los relatos incluidos en Almas Brujas pueden leerse como hermosos y  sensitivos poemas en los que se reflexiona las cuestiones antes citadas y que tienen que ver con nuestras contradicciones y actitudes; situaciones asombrosas, siempre de un carácter marcadamente simbólico, profundamente reconocibles en las que muchos lectores podemos sentirnos muy identificados, en perfecta comunión con la autora.

Joseph B. Macgregor conversa con Helena Cosano sobre los entresijos de Almas Brujas.

 Hola Helena. Muchas gracias por concederme esta entrevista. ALMAS BRUJAS reúne una colección de relatos y poemas agrupados en tres partes: Obsesiones, Alas Rotas y Sueños. ¿Qué tipo de textos podemos encontrar en cada una de ellas y qué criterios has seguido para incluir cada uno de ellos en cada bloque?

Cada bloque presenta una unidad estilística y temática. El primero son relatos en torno al tema de la obsesión. El segundo, "Alas rotas", son poemas en prosa. El tercero, “Sueños”, son cuentos más simbólicos, a veces retomando el concepto de "cuento filosófico" de la Ilustración. 


Firmando en Presentación en Madrid. Centro Riojano. 30 de mayo de 2013.



 En la primera parte, “Obsesiones”, aparecen cuatro cuentos en los que hablas del amor como obsesión que motiva conductas desequilibradas y son experiencias nocivas para sus protagonistas, rayando el masoquismo ¿Cuál es tu concepto del amor? ¿Cuándo el amor, según tú, se convierte en una experiencia grata y positiva para la persona?

No lo llamaría amor. Yo describo obsesiones. Y para mí son formas de locura. Una atracción enfermiza hacia una persona a la que en el fondo se desconoce no es amor, es un desequilibrio que muy fácilmente se convierte en odio. El objeto del deseo es una creación de la mente; no tiene nada que ver con la persona de carne y hueso que lo inspiró y que en el fondo no es más que un pretexto, un instrumento. Tal vez  el cuento que mejor lo ilustre sea "El amor, el amor, el amor.." (¡el título es irónico! ¡hay de todo, menos amor!) basado en una historia real, en el que el narrador dice amar de forma sublime a una mujer cuyo nombre olvida y con quien querría casarse, o asesinar. Y el proceso lo describe sobre todo "Anita poseída", que se inventa prácticamente de la nada una pasión que la consume, y de la que solo cree poder liberarse matando al "demonio" que la inspiró. Desgraciadamente, desde el Romanticismo con su exaltación de las grandes pasiones, se ha olvidado que el amor verdadero es un sentimiento profundo, sereno, duradero, que ante todo desea el bien de la persona amada. Pero aún así, el amor-obsesión no es únicamente nocivo. La intensidad de la pasión, si se canaliza adecuadamente, puede ser un motor poderoso. Freud afirmaba que los artista son grandes neuróticos que subliman su parte oscura en una obra hermosa. Esto es lo que hace la protagonista pintora de la "Historia de una obsesión": Se va liberando poco a poco a través del arte, pero cuando se cura del todo, deja de pintar. Su obra era, esencialmente, una forma de terapia.








Presentación en Madrid. Centro Riojano. 30 de mayo de 2013

 En algunos de los textos incluidos en el libro tratas también el tema de las relaciones sentimentales saldadas con ruptura o con tristeza y dolor por la ausencia ¿Por qué piensas que existen tantos fracasos y tantas rupturas de parejas en la sociedad actual?

Cada caso es singular. Generalizando, imagino que por la tendencia a no ver al otro como un ser independiente que busca realizarse, sino como un complemento nuestro que tiene la obligación de hacernos la vida más agradable. Por la incapacidad de ver al otro tal y como es de verdad. Superponiéndole la imagen de lo que queremos que sea. Es sorprendente cuanta gente puede convivir durante años sin conocerse y sin quererse.

 En la segunda parte, “Alas Rotas”, aparecen con frecuencia las mariposas. ¿Qué simboliza para ti esta imagen?

La mariposa representa el alma. Un tipo de alma. Es el hilo conductor del libro, porque en todos los textos hay al menos una mariposa. En muchas culturas, la mariposa es una metáfora del alma que ha adquirido cierto grado de consciencia: ya no es oruga ni nunca lo volverá a ser, ha vivido una metamorfosis irreversible. Y en su nuevo estado, rodeada de seres que aún se arrastran mientras ella necesita volar, está condenada a la soledad. Las mariposas son diferentes. No saben - ¡no pueden!- vivir como los demás, por mucho que se intenten camuflar. Las mariposas tienen alas como los pájaros, pero no tienen nido, no tienen un hogar al que regresar. Son frágiles, pues si tocas el polvo de sus alas, las destruyes. Son efímeras y lo saben, y por eso juegan con el tiempo. Y a veces logran trascenderlo. Logran la eternidad. A veces consiguen poderes sorprendentes, tanto que parecen sobrenaturales (comparables a los "siddhis" de ciertas vías espirituales). Por eso son seres "mágicos" y las llamo también "almas brujas", por su poder, generalmente benévolo, pero a veces oscuro.

Eso es un brujo: una persona que logra liberarse, al menos en parte, de la esclavitud de la materia. Porque el alma no está sometida a las leyes del cuerpo, del espacio-tiempo. Y al liberarse de la materia, tiene acceso a lo que desde aquí parece "magia", "brujería", "milagros", donde pasado y futuro son siempre presentes, la vida y la muerte son simultáneas, y lo "posible" y lo "imposible" ya no significan lo mismo.



Ilustración de Arturo Villarrubia


 En “Alas Rotas” nos muestras sin tapujos tu lado más espiritual.

Creo que es la parte más lírica, pero no sé si la más espiritual: todos los relatos lo son. La espiritualidad es el hilo conductor del libro. Pues todos los personajes buscan un absoluto, una forma de transcendencia: a través del arte, de una gran pasión o de la huida en la enfermedad mental
.






PRESENTACIÓN EN TÚNEZ. Biblioteca Nacional de Túnez. 18 de mayo del 2013

¿Hasta qué punto los textos que aparecen en “Alas Rotas” significan una suerte de catarsis o de desahogo para ti? En algunos das mucha importancia a las palabras…  Me parece especialmente significativo el cuento “Angustia” en el que planteas como podemos crecer y sacar cosas positivas de un momento malo o especialmente angustioso para nosotros.

Es verdad, son una suerte de cartarsis. Pero no únicamente esos textos. En cierta forma, todos ellos surgen de alguna emoción poderosa que necesita ser expresada. Yo lo hago a través de las palabras: La angustia, una inmensa tristeza, un duelo, la nostalgia de un amor perdido, el sentimiento de soledad o de sinsentido vital,  pueden engendrar poemas hermosos. En el caso de la protagonista pintora de la "Historia de una obsesión", su medio no son las palabras sino los colores y las formas. Creo que el Arte sublima emociones no siempre puras transformándolas en algo bello.

Otro de los cuentos lo titulas “Vocación”. ¿Cómo nace tu vocación por escribir historias? ¿Por qué es tan importante para ti desarrollar esta vocación, hasta el punto de pedir la excedencia para dedicar todo tu tiempo en escribir?

La entiendo como un destino. Casi una fatalidad, porque no elegimos nuestra vocación. Nos elige. Es una llamada tan fuerte que sólo seguirla da sentido a la vida, y que cualquier otra opción se vuelve imposible, absurda y dolorosa. Constituye una brújula infalible de inconmensurable poder, una mágica voluntad capaz de lograr que se tracen caminos en el desierto. Pero su fuerza de creación puede ser también  destructiva: Si no te atreves a seguirla, te consume por dentro.

Escribí mi primer cuento a la edad de siete años, en París, en francés, en una sala de clase vacía porque todos mis compañeros estaban haciendo gimnasia y mi enfermedad no me lo permitía. Recuerdo la inmensa soledad de la clase vacía. Y el consuelo de escribir. Y lo orgullosa que me sentí de mi cuento, que era un cuento alegre, a pesar del dolor. Desde ese momento, cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, respondía que escritora

En la tercera parte, “Sueños”, aparecen una serie de cuentos de marcado simbolismo. Muchos de ellos son como llamadas de atención a tus lectores sobre temas que te preocupan del mundo actual ¿Sobre qué asuntos o temas principales pretendes hacernos reflexionar?


Nuestra sociedad nos vende recetas que no funcionan. Muchas personas viven vidas ajenas, vidas que no están hechas a su medida, y se sienten profundamente insatisfechas y vacías, a menudo sin saber por qué. El tema es principalmente este: ten valor, libérate, conócete a tí mismo, conviértete en quien eres de verdad. Y al conocerte a tí mismo conocerás el mundo, y al ser auténticamente quien ya eres hallarás la felicidad. 


Aunque en alguna entrevista has señalado tu gusto por los autores clásicos rusos o por Proust, estos cuentos reflejan más influencias de la cultura oriental, funcionando a modo de fábulas de apariencia sencilla pero que invitan a la reflexionar y a cambiar nuestras vidas...



Sí, así es. Estilísticamente, siempre he admirado a Proust y a Borges por su perfección formal, aunque me sentía más cerca de las pasiones desordenadas, del alma turbia, extrema y mística, de los personajes de Dostoyevski. Pero mi visión del mundo tiende a ser más oriental. Antes de interesarme por los sistemas filosóficos orientales había leído con pasión a Schopenhauer. Me fascinaba su mundo como voluntad y como representación, un aparente dualismo que esconde una profunda unidad del Ser, y su concepto de compasión.

 
Otra preocupación tiene que ver con lo mal que tratamos al planeta y a los animales…En ese sentido, me parece especialmente profundo y conmovedor “Fábula de dos mariposas”, sin duda el cuento que más me ha llenado de todos…

¡Es también uno de mis cuentos favoritos! Y está basado en una historia real, por lo que yo también le tengo un cariño especial.

El problema del ser humano moderno, en particular occidental, es que ha olvidado que es parte de la naturaleza. Tiende a considerar que el mundo fue creado a su servicio, y que todo lo que le rodea son "recursos" puestos generosamente a su disposición, sobre los que tiene derecho de vida y muerte.
Es un terrible pecado de arrogancia. Y lleva al desastre. Somos un ecosistema, al destruirlo nos destruimos a nosotros mismos. Estamos muy cerca de un suicidio colectivo. O de un cambio de paradigma, hacia un nivel de conciencia mayor que implique más empatía y compasión.




                                                Ilustración de Arturo Villarrubia


¿En qué nuevos proyectos estás trabajando actualmente?

Acabo de terminar otra novela, cuyo título provisional es "Todos locos". En ella, una estudiante de psiquiatría en Viena vive extrañas aventuras que le permiten explorar la mente humana... descubriendo que los más locos no son siempre los que lo parecen.

Colaboras en programas radiofónicos como “El Marcapáginas” de Gestiona Radio o realizando entrevistas a escritores en “Culturamas” en Periodista Digital ¿Qué aporta esta experiencia a tu vida?

La experiencia del Marcapáginas es fabulosa. Gracias a ese programa he conocido a gente interesante y tengo nuevos amigos muy queridos.
La colaboración con Culturamas y Periodista Digital ha sido un reto, sobre todo el convertirme yo en entrevistadora. Siempre me habían entrevistado a mí, ignoraba qué se siente estando "del otro lado". No he estudiado periodismo, no tenía experiencia y el hecho de que hubiera una cámara me ponía tensa. Todavía tengo mucho que aprender. Pero la experiencia ha sido increíblemente enriquecedora.


Por último, me gustaría que recomendaras tu libro a nuestros lectores ¿Por qué deberían leer ALMAS BRUJAS?

Lo más íntimo siempre es lo más universal. En el fondo, todos tenemos un "alma bruja", sensible, mística, libre y llena de color. Con este libro, me gustaría que cada lector descubriera la suya y aprendiera a cuidarla, porque es esa esencia sagrada que nos da alas hacia la felicidad.




Feria del Libro de Madrid. Parque del Retiro. Junio de 2013



 Entrevista realizada por JOSEPH B MACGREGOR. 



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Comentarios

  1. Las relaciones amorosas fracasan porque la gente no sabe amarse a si mismo y cuando lo sabe -o cree saberlo - se olvida de amar a los demás ...

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